La familia Almeida Garrett construyó su bodega en 1856 en Tortosendo y ha estado produciendo vino de calidad desde entonces, en las mismas instalaciones. En 1889 la familia ganó su primera medalla de bronce y la entrada en el Libro de Oro, en la Exposición Internacional de París, por la calidad de sus vinos y aceites. Posteriormente con el advenimiento de la República, a principios del siglo XIX, los Almeida Garrett emigran a Francia y al regresar plantan las primeras ramas de la variedad de uva Chardonnay. Siendo esta una variedad de uva emblemática de la Casa Familiar. Desde entonces han apostado por la diversidad de sus productos agrícolas, sin embargo, los vinos han sido el foco y el mayor porcentaje de la dedicación de la familia. Actualmente, la Almeida Garrett Wines es uno de los referentes más emblemáticos de la Beira Interior, siendo el productor más antiguo de la región con una superficie de plantación de alrededor de 44 hectáreas y ya cuenta con el trabajo de la 4ª y 5ª generación.